Gran Canaria

Gran Canaria pertenece a España y —a pesar de que las Islas Canarias estén situadas frente al noroeste de África— son parte de Europa. Está más que comprobado que el clima es uno de los más saludables de todo el mundo. Por las temperaturas primaverales durante casi todo el año, la isla también se conoce como isla de la eterna primavera.

Las playas de arena del sur de la isla se encuentran en Playa del Inglés, Puerto Rico, en la localidad algo más tranquila de Puerto de Mogán, y en San Agustín. Las Palmas de Gran Canaria, la capital de la isla, está en el norte y cuenta con un bello casco histórico. En esta ciudad también se encuentra la famosa Playa de Las Canteras que muchos comparan con la Copacabana de Río de Janeiro.

El puerto de Las Palmas de Gran Canaria es un punto de llegada muy importante de muchos cruceros. La isla tiene poco menos de 900 000 habitantes. Casi la mitad vive en Las Palmas de Gran Canaria y sus alrededores. En el interior de la isla predominan las montañas y las zonas rurales. Las medianías se presentan verdes y fértiles y en el norte de la isla, en cambio, la vegetación se vuelve más escasa.

El auge de los años sesenta propició finalmente que el turismo se convirtiera en la principal actividad económica de la isla. Gracias al clima tan saludable y los inviernos primaverales, Gran Canaria es hoy en día uno de los destinos europeos más apreciados.

Durante los siglos pasados, la población de la isla vivía del campo, sin embargo, con más pena que gloria. Esto ha cambiado.

Desde los comienzos de la segunda mitad del siglo XIX, los turistas europeos empezaron a apreciar Gran Canaria como destino turístico cada vez más. Los buques de carga se equiparon con cabinas para llevar a los pasajeros a la isla. Se construyeron los primeros hoteles en las Islas Canarias. El Hotel Santa Catalina en Las Palmas de Gran Canaria data de 1890 y sigue abierto al público. De hecho, es el único hotel de la época del inicio del turismo que sigue en funcionamiento.

A principios del siglo pasado, el gobierno central amplió las competencias de las Islas Canarias como una de sus provincias de ultramar, con lo que se sentaron las bases del desarrollo del turismo y los servicios relacionados. Se llevaron a cabo una serie de proyectos para mejorar la infraestructura de la isla y así se construyeron el aeropuerto, varios embalses y una red de autopistas. No obstante, la Primera y la Segunda Guerra Mundial así como la Guerra Civil española en la primera mitad del siglo XX frenaron el desarrollo. Ni siquiera la apertura del aeropuerto Gando en el año 1930 fue capaz de darle un empujón a la industria turística.

Fue a partir del año 1957 que el turismo empezó a ganar terreno cuando un avión de la aerolínea sueca TSA con sus 54 plazas ocupadas aterrizó en la isla. Fue el primer vuelo chárter de los muchos que desde entonces toman rumbo a la isla.